Este es nuestro nuevo libro: "Abriendo Puertas"

Este es uno de nuestros programas

BIBLIOTECAS: LA FÁBRICA DE LOS SUEÑOS



Desde que la LOE apoyara las bibliotecas escolares, son muchos los intentos en los centros de conjugar esta actividad con el resto de las que ocupan la jornada escolar.
 Los libros, el espacio, los y las coordinadoras, los tiempos y los criterios de selección y de elección representan una tarea de equipo, una tarea en la que se tiene que ver involucrado el claustro del centro, pues no es solo labor de un  tutor/a o de la tutoría de Lengua y Literatura.
 El estímulo de la lectura de un libro, revista o periódico puede venir de cualquier maestro independientemente de la especialidad que éste tenga, basta con que le guste la lectura, seguro que encuentra textos que hablen de su materia o de cualquier tema que les contagie el interés por leer. Sin embargo no sólo surgen efectos con los comentarios del tutor/a sino que  también la recomendación de un libro por un compañero o compañera puede ser tanto o más efectivo que el de un tutor.
 A todas estas cuestiones que, sin duda, promueven la lectura,  hay que añadir en los centros, un tiempo que normalice la actividad dentro de un todo y un espacio adecuado donde sentirse relajado para poder concentrarse en la lectura sin presiones ni incomodidades.
 A veces en los centros se sitúan las bibliotecas en clases que sirven de almacén de otros materiales, o con escasez de luz, con asientos que sobran de otras clases formando un entorno no demasiado atractivo. La imagen de un aula de biblioteca luminosa, atractiva, diseñada y adaptada a las necesidades de las diferentes edades, es un objetivo a conseguir en muchos centros.
 Gracias a la ilusión de un grupo de personas puesta en este proyecto, algunos centros ya lo han conseguido y esta tarde hemos tenido la ocasión de conocer como lo ha hecho el CEIP Manuel Giménez Fernández de  Sevilla.
Hemos invitado a su director, José Soto Ovalle, un asturiano afincado en Sevilla, apasionado de todo lo que se hace en su centro, especialmente con los logros conseguidos con el alumnado y sus familias.
 La transformación del espacio dedicado a la biblioteca gracias a un grupo de voluntarios que lo ha decorado con dibujos atractivos se ha unido a la ilusión del alumnado que ha cambiado su actitud ante los libros y la lectura, y también ha transformado las estrategias del profesorado para que esta actividad se expanda por la comunidad educativa.
"Se hacen préstamos de libros porque tienen su derecho. En el recreo un profesor encargado se abre la biblioteca y pueden ir a leer o a cambiar su libro.
Todos los días del mes está ocupada por un grupo diferente.la primera o la segunda hora.
Se intenta hacer fotos para que cada niño tenga un carnet de biblioteca.
Fomentamos que escuchen como cuentan cuentos sus maestros, con pequeños trabajitos después.
Se hacen concursos para que participen".

La biblioteca del Ceip  Manuel Giménez Fernández ha pasado a ser una fábrica de sueños.

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