Se
nos está haciendo largo el tiempo de trabajar con dificultades, con palos en
las ruedas, empezamos a cansarnos de tener que tirar de un peso aun más pesado
que antes. La sociedad clama porque llegue la solución que ponga fin a la
pandemia y por supuesto todos los que están relacionados con la Educación
también. Durante una larga
temporada a los centros educativos les
está tocando vivir tiempos con muchas dificultades, teniendo que sobreponer el
trabajo saludable al trabajo ilusionante de la cooperación y del estimulo
cercano.
El
miedo al contagio está presente entre el profesorado pero también en las
familias que empiezan a valorar la posibilidad del absentismo de sus hijos a la
menor noticia de contagio, o de un positivo en Covid.
Aunque
no demos positivo, todo está contagiado por el coronavirus, nuestras
relaciones, nuestro trabajo o nuestra economía.
En
nuestro programa seguimos interesados en mostrar cómo se manifiesta esta
pandemia en los diferentes colectivos del Sistema Educativo Andaluz y por ello
esta tarde les traemos nuevas voces, nuevos ángulos y puntos de vista.
Hoy hemos tenido la
visita dos buenos amigos del programa.
José Mª Pérez Jiménez,
Inspector.
Pedro García
Ballesteros, Inspector, miembro fundador de REDES
“Ha
habido una primera fase desde que nos confinamos en Marzo, en la que hemos
teletrabajado. Nuestros medios de comunicación con los centros han sido
telefónicos, por correos electrónicos y las reuniones todas telemáticas hasta
final de Julio, e incluso durante el verano porque ha sido un verano muy
intenso; esto lo tienen que saber los oyentes. Ha sido un verano en el que los
profesores y los equipos directivos de los centros han trabajado todo el verano.
Este año no ha habido vacaciones para ellos y para nosotros tampoco; yo
recuerdo haber tenido reuniones con directores de centro en Agosto cuando se
estaban elaborando los famosos protocolos Covid. Esta sería la primera fase del
teletrabajo y desde la incorporación en Septiembre hay una cierta normalización. Nos incorporamos a los
despachos y a la vez hemos empezado a visitar centros con los protocolos de los
centros y estamos teniendo un mayor contacto con la realidad. Pero es verdad
que el desempeño de nuestras tareas no está siendo igual que en la normalidad”.
(J. Mª Pérez)
“Yo
he defendido siempre que el trabajo de los inspectores está en los centros, no
en los despachos, en los centros, en las aulas y en patearse los centros. Ese
es un modelo de inspección imposibilitado por las actuales circunstancias. A lo
que se tendrían que dedicar mayormente los inspectores en las visitas a los
centros de quienes las hacen , es fundamentalmente a supervisar, apoyar,
asesorar a todo ese alumnado no vulnerable, sino que se le ha vulnerado el
derecho a la educación, en condiciones de igualdad; ¿Cómo rescatarlo, cómo
hacerlo volver a la escuela, cómo esa brecha de desigualdad que no deja de
agrandarse y esta pandemia la está empeorando, incluso con la
semipresencialidad se está agrandando. Un inspector de un derecho público como
es la Educación, casi a lo único que se debería dedicar, es a salvar a ese alumnado
para que vuelva a la escuela en condiciones de igualdad y que su derecho a la
educación se vulnere lo menos posible”. (P. García)
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