Este es nuestro nuevo libro: "Abriendo Puertas"

Este es uno de nuestros programas

Patrimonio Histórico educativo en femenino


 

La escuela de hace medio siglo nos parece muy lejana en el tiempo, fuera de todo lo que hoy podemos ver en nuestros centros pero totalmente dentro del contexto político- social y moral de la época.

A lo cual debemos de añadir que las investigaciones neuropsicológicas y sociológicas que están en continuo avance, no tienen aun ni medio siglo, es por ello que deseamos hacer comparaciones acerca de las diferencias que encontramos entre las escuelas de una época y las de ahora, ni entre la formación que se recibía y la que se recibe.

Si es necesario, por otro lado, guardar la memoria, poder contemplar el pasado porque ello contiene una documentación imprescindible también para investigaciones sociológicas más allá de las meras anécdotas sobre la infancia de nuestros mayores.

La educación y no la mera cesión de información, marca nuestra infancia y nuestro comportamiento en el futuro, por ello esas muestras del pasado histórico que podemos observar en los museos pedagógicos son importantes porque contienen el germen de lo que todavía hoy podemos observar en los comportamientos y los criterios diferenciados para con los hombres y con las mujeres. El ideal construido para las mujeres es el de la compresión, la abnegación, el cuidado del otro, la maternidad y todos los saberes necesarios para mantener un hogar, como cocinar o cuidar bebés. El niño recibe el ejemplo de su maestro que no sabe coser pero le gusta hacer manualidades, lo que más tarde hemos llamado tecnologías porque le servirán en el futuro para trabajar y ganar dinero para la familia.

Todos estos aprendizajes son los mensajes transmitidos que van a diferenciar la concepción sobre la función que va a ejercer en la sociedad en el futuro.

 Nuestro invitado es el coordinador de la obra Patrimonio Histórico Educativo en femenino: Dr. Pablo 

Álvarez Domínguez.

Profesor Titular de Universidad Dpto. de Teoría e Historia de la Educación y Pedagogía Social. Facultad de Ciencias de la Educación de Universidad de Sevilla.

El libro Patrimonio Histórico Educativo en femenino recoge el dialogo que diferentes profesores y profesoras hacen con alguno de los numerosos objetos expuestos en el Museo Pedagógico de la Facultad.

Uno de esos objetos es un dedal.

 “Ningún niño de esa época utilizó nunca un dedal; además que vincular a un niño con un dedal suponía que se le insultara con ese término al que algún autor hace referencia en el libro,  cuando se habla de los recortables de muñecas; Eugenio Otero lo titula jugar a las mariquitas. El niño no tenía ni el derecho ni la posibilidad de dialogar o de interactuar con otros tipos de objetos que la vida cotidiana le brindaba pero que por el hecho de estar absolutamente vinculado al género femenino en ningún momento se le pasaba por la cabeza el poder utilizarlo. Efectivamente, el dedal es uno de esos objetos prohibidos para los hombres en el sentido de que estaba mal visto que un niño utilizara eso para practicar una acción que no estaba socialmente bien vista que la hiciera un niño; igual que los recortables de muñecas son tareas que tienen que ver con la parte más sensible del ser humano y justamente vincular al hombre con todo lo sensible nos ha llevado históricamente a tacharle de ser mariquita.

Lo más interesante es quizás el diálogo que cada autor ha mantenido con la pieza. Sobre un compás de pizarra básico Manuel Lucas González dice: la historia que no se cuenta está llena de mujeres que fueron capaces de romper el cerco. Sacudirse el contenido de sus círculos y cuestionarse su identidad en un espacio que ni les pertenecía ni las reconocía; Salir fuera y preguntarse quién soy en un clima de una extrema inseguridad es una tarea mitad filosófica, mitad titánica. La filosofía presocrática busca el argel de todo lo conocido y aquellas mujeres redujeron los márgenes del universo al contorno de su piel buscando los principios y fundamentos para entender el origen de su propia existencia. Mucho antes de escribir lo anterior, imaginé tres escenarios para fotografiar 1º un compas con una falda de tutú apoyado sobre el quicio de una pizarra, el 2º, un compás cuyo brazo para dibujar acabara en un pintalabios  y el tercero una circunferencia dibujada con tiza en la que la que el compás hiciera las funciones de las manecillas de un reloj. Terminé desistiendo y no lo hice porque me di cuenta de que lo importante de este proyecto era la luz contenida entre las múltiples contradicciones a las que me enfrentaba en esas imágenes para hablar de la educación femenina necesitaba utilizar una falda y un pintalabios; no había conseguido salir de mi propio círculo, estaba tan encerrado en él como las mujeres de aquella época.”(P. Álvarez)

El ave del año


 

Casi todas las personas tenemos una cierta simpatía por las aves más cercanas al entorno donde nos movemos. La mayoría son aves que podemos reconocer, por sus colores, o por sus trinos. Pero estas aves como casi todas, pueden volar y no nos permiten tocarlas,  solo observar sus reacciones y sus relaciones.

Pero la mayor parte de las aves de nuestro hábitat, no son tan cercanas, las vemos volar en bandadas o las escuchamos cantar a determinadas horas y nos atrevemos a adivinar que tipo de aves estamos viendo. Son animales con características muy particulares, y el conocimiento acerca de ellas, su relación con los diferentes hábitats, con el clima y los efectos que sobre ellas pueden tener algunas de nuestras acciones con el medio ambiente son aspectos a tener en cuenta si queremos seguir disfrutando de esa riqueza y que también lo sigan observando nuestros descendientes.

A mediados del siglo pasado, no sabíamos cuantificar la población de aves. En los campos se observaban águilas y buitres en busca de carroña, en las ciudades la vuelta de las golondrinas, o en las marismas la llegada de ánsares y flamencos. Hoy se estudian las cantidades de éstos que nidifican, que tienen crías, o que mueren o desaparecen.

La vida natural, en este caso de las aves está en continua observación por especialistas y organizaciones dedicadas a ellas, porque los cambios de conductas, su declive o desaparición empobrece los ecosistemas donde habitan y por consecuencia como en la naturaleza todo está interrelacionado, otros seres vivos también se verían afectados.

Esta tarde hablamos de aves que necesitan nuestra atención.

Nuestra invitada es Arantza Leal, bióloga y técnico en el área de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife y Responsable de Programa de Anillamiento.

“Una buena parte de las aves que vemos todos los días son aves sedentarias, es decir están todo el año con nosotros, no migran, por ejemplo tendríamos a los gorriones que podríamos reconocer y siempre están por ahí, en las terrazas y en los bares picoteando, y luego hay otras especies de aves que son migratorias. Hay dos tipos de migraciones que podemos encontrar,. Ahora que estamos en invierno todavía, España y Andalucía acoge a muchas aves que vienen a pasar el invierno, por ejemplo los ánsares, que vienen del norte o el centro de Europa y como en invierno las condiciones climáticas son más duras en esos países, vienen a España a refugiarse, a encontrar alimento y a encontrar zonas más cálidas y pasan aquí el invierno.

Hay otras aves migradoras también que podemos reconocer, por ejemplo las golondrinas, que a todo el mundo le gusta ver en primavera, y esas en cambio vienen a Europa a pasar el verano y reproducirse en primavera. Ahora están en África.

Las migradoras se guían por varios aspectos, las cigüeñas por ejemplo se ha visto que cambian la migración por el tema del alimento, no por el cambio climático, pero hay otras como las golondrinas se están quedando en el sur de la península y Extremadura y se están quedando mas por el cambio de temperatura, pero también por el alimento; Las aves insectívoras pues en invierno si no hay suficientes insectos en la zona donde están se tienen que mover porque si no se mueven, morirán. Hay un ave que se está estudiando, que se llama papamosca cerrojillo, insectívora, que viene a Europa a criar, pues se ha visto que como las primaveras se están acortando, cuando ellos llegan en primavera, llegan siempre en las mismas fechas que siempre han llegado, pero aquí la floración ya se ha realizado, los insectos ya se han ido y ellos no encuentran tantos insectos para sus pollitos y eso es un grave problema porque la supervivencia de esa especie es mucho más baja porque ellos no se adaptan tan rápido al cambio como podemos hacer los humanos.   

Elegimos una especie que se encuentra en peligro, o simboliza algún hábitat. En el caso de este año se ha elegido el avetoro que es un ave tipo garza, es oscura, y su nombre es porque su sonido recuerda al mugido de un toro; es muy difícil verla porque se camufla muy bien entre la vegetación; se queda muy quieta porque se alimenta de los peces de las marismas y cuando los ven lanzan su pico. En 2023 se extinguió como reproductora en las marismas y hay muy poquitas parejas de avetoro. Por eso la elegimos.” (A. Leal)