Hace
un poco más de treinta años Howard Gadner nos explicaba que no hay una
inteligencia única sino que se pueden distinguir varios tipos de inteligencias
según las áreas de conocimientos sobre los que actúa. Las inteligencias
predominantes son ocho
y cada una de ellas se caracteriza por unas habilidades especificas. Así
hay una inteligencia matemática, otra lingüística, otra musical, naturalista,
intrapersonal, corporal o visoespacial. Y cuando aún la mayoría de las personas
no sabemos distinguirlas entre ellas o cuando el profesorado no podría
diferenciar cuál de ellas está desarrollando, nos encontramos con la
posibilidad de que nos ayuden con otra clase de inteligencia, y en esta ocasión
no forma parte de nosotros mismos sino que es externa. Es la Inteligencia
artificial a la que los expertos en algoritmos van dotando de unas bases de
datos de forma que puedan resolvernos problemas específicos
Hoy
estamos rodeados de una tecnología muy desarrollada de la que no sabemos mucho,
pero que forma parte de la resolución de problemas de gran transcendencia en
hospitales, transportes, investigaciones, y gestiones de big data, así como de
ayuda en la vida doméstica.
Aunque
parezca increíble, hemos pasado de llamar inteligente a una persona, a decirlo de un objeto.
Esta
tarde hablamos de Inteligencia Artificial
con:
María
Fernández Canseco, Licenciada en
Filología Hispánica, Máster en Ciencias del lenguaje y Programación aplicada, Trabaja
en el Centro Nacional de Supercomputación ubicado en Barcelona.
Samuel Crespo, Doctor en Psicología,
Ingeniero informático, Community Manager, Inspector de Educación.
“La
Inteligencia Artificial (IA) es un concepto muy amplio que abarca bastantes
ramas pero podríamos decir que se conoce como IA a aquellas máquinas o sistemas que imitan en
su mayor o menor medida a la inteligencia humana o a las capacidades humanas.
Dentro
de la IA seguramente nos suenan conceptos como “Aprendizajes automáticos” que
son esos datos que se les dan o aportan a estas máquinas para que aprendan con
mayor o menor supervisación con unos datos que tienen un mayor procesamiento por
detrás a nivel humano, unos datos que lo obtienen de Internet de manera
semiautomática, pero si lo decimos lo más llanamente posible, diríamos: Son aquellos sistemas o aquellas máquinas que
pueden asemejarse o hacer tareas que se asemejen a la inteligencia humana
Todavía
estamos debatiendo los límites éticos “hasta donde podríamos llegar si se
alcanzara una IA fuerte. Algunos la esperan como “agua de mayo” pero lo cierto
es que hay todavía muchos debates abiertos sobre los límites éticos. Por ejemplo, ¿Qué pasaría si estuviéramos un
coche que condujera solo y tuviéramos un accidente?” (M. Fernández)
“Turing
padre de la IA, (que todo esto se viene aplicando desde hace 50 años) la
define no de forma objetiva sino de
forma relativa. El llegó a decir que una máquina tenía capacidad de IA si
durante cinco minutos conseguía “engañar” a un humano durante el 70% de tiempo con interrogantes,
es decir, ser capaz de emular capacidad cognitiva humana como aprendizaje,
planificación, decisión y este tipo de
cosas.
Es
una ayuda tremenda lo que podría suponer para la Educación. Si yo se lo dijera a los oyentes en tres palabras diría:
1º
Personalización, mediante la IA puedes
personalizar el nivel de enseñanza o el nivel académico de cada alumnado al
suyo propio y no a un alumnado medio como se suele hacer.
2º
Que el profesorado dedique menos tiempo a tareas que pueden ser automáticas,
evaluación, comprobación, porque eso ya lo puede hacer una maquina, de hecho ya
se hace y permite que el profesorado se dedique a tareas que la IA jamás podrá
suplantar.
3º
Autonomía. El alumnado puede progresar de forma autónoma gracias a la IA. Luego
es de una ayuda tremenda para la Educación.” (S. Crespo)