Hoy
es un día en el que se recuerda la
Convención de las Naciones Unidas que consiguió acordar unos derechos
para proteger a la infancia hasta los 18 años fueran del país que fueran.
El compromiso de respetar sus
derechos es también la obligación previa de conocerlos y reconocerlos dentro de
la legislación de los países y exigir las condiciones necesarias para su
cumplimiento.
El derecho a tener una identidad, a
tener una familia, a los cuidados médicos y a la salud. El derecho a recibir
una educación de calidad y gratuita, el derecho a ser protegidos y a no ser
explotados son algunos de los derechos que esta Convención acordó con carácter
universal.
El respeto a estos derechos por
parte de los países nos da la imagen de su desarrollo en los principios de
igualdad y seguridad en la atención a la infancia, pero desgraciadamente, con
cierta frecuencia, aún escuchamos que se dan casos en los que se les infringen
castigos físicos cuando tenían que estar
protegidos, se les separa cuando tenían que estar con su familia, o se les
discrimina por venir de otro país o tener un color de piel diferente.
Si estos derechos hacen alusión al compromiso de las políticas de todos los países, los centros escolares son por otro lado una de las instituciones donde se pueden poner de manifiesto la práctica de estos derechos y en donde se puede aprender a convivir y a crecer con ellos.
Si estos derechos hacen alusión al compromiso de las políticas de todos los países, los centros escolares son por otro lado una de las instituciones donde se pueden poner de manifiesto la práctica de estos derechos y en donde se puede aprender a convivir y a crecer con ellos.
Invitados:
Miguel
Rosa Castejón, Director del CEIP San José Obrero de Sevilla.
David
Muñoz Villaraviz, profesor de Educación Física del Ceip San José Obrero de Sevilla
y Coordinador de Proyectos.
M.R.
–“Muchas veces la cultura dominante arrasa, y eso es casi inevitable, pero
desde hace unos años las familias, dejaban al lado el ser de Colombia, de
Rumania o de donde fueran y eran más del
San José Obrero. Es la cultura de la que se van impregnando de que tienen su
propia identidad. Cuando se les propuso cambiar de nombre al centro, las
familias querían seguir siendo y teniendo como referente a San José Obrero
porque era su colegio y aunque fueran musulmanes no querían cambiar el nombre.
Conseguir ese sentimiento de identidad y pertenencia es muy importante para
nosotros, porque crea comunidad”
D.
M. –“En nuestro colegio encontramos multitud de órganos para poder expresarse. En
nuestro colegio funciona muy bien el Consejo de Delegados, donde se reúnen todos
los delegados que tienen que escuchar las opiniones de sus compañeros y
compañeras y después llevarlo, y con las soluciones volver a llevarlas a la
clase. También participamos en Ciudades amigas de la Infancia y les pedimos
opinión más estructural en el marco de la ciudad de Sevilla porque es muy importante”