Este es nuestro nuevo libro: "Abriendo Puertas"

Este es uno de nuestros programas

Enuresis infantil



 Los primeros años de la infancia están llenos de descubrimientos y de aprendizajes. Es el tiempo de ir convirtiéndonos en uno más en la sociedad y para ello el  cerebro marcha a mucha velocidad para asimilar todo lo que nos  rodea y todo su  significado.
Realmente resulta maravilloso ver como un bebé de apenas una año aprende a andar o a hablar sin que apenas nos tengamos que esforzar para ello. Pero otros aprendizajes en cambio necesitan de una tutorización para ayudarles a conseguirlos.
 Este es el caso del aprendizaje del control de esfínteres y el de la orina. Todos los niños y niñas lo consiguen aunque con un poco ayuda; sin embargo, existen casos en los que ese control se hace más difícil y tarda en producirse, por ello la ayuda necesaria tiene que estar asesorada por expertos para no se creen problemas más serios.
 Esta tarde nuestro programa está dedicado a estos casos en los que la tardanza en controlar la orina crea cierta ansiedad en las familias y también en los niños o niñas que lo sufren. Es un problema que afecta a la incorporación a la sociedad para lo cual se le exige tener conseguidos unos logros.
 La aparición de estos problemas suele crear producir preocupación en las familias al no conocer unas medidas o tratamiento eficaces para conseguirlo pero también a los niños y niñas afectados que se ven presionados para que se comporten como la sociedad impone. Sin embargo a veces la solución no está en ellos y  el no tratarlo adecuadamente  les puede  crear complejos y producir depresiones.

Para tratar este tema nos ha acompañado D. Jaime Rodríguez Sacristán, catedrático de Psiquiatra Infantil en la Universidad de Sevilla, donde ha desarrollado su carrera investigadora. Representante de la Unesco para América Latina y autor de numeroso libros de Psicologia. 

 J. Rodriguez: "Muchas familias piden demasiado pronto un control de la orina o de la caca. La idea parte de la familia de que unos niños no sean diferentes a otros, comportamientos que están dentro de la normalidad. Muchos padres se ponen nerviosos y empiezan a exigir  niño, haz esto, o haz lo otro.  Aunque con lo mejor voluntad, la forma de hacerlo es con mucha frecuencia, inadecuada y pone en peligro una estabilidad de resolver ese problema de una manera espontánea. Y ahí la familia interviene muchas veces riñiendole de una forma inadecuada.
Este control no es solo instintivo, ni cerebral ni de educación sino que intervienen muchos factores en todo ello. El concepto maduracion es importante. Los chiquillos van madurando pero el problema está en que algunos maduran antes y otros después siendo completamente normales. Y esto lo tienen que saber los padres y los maestros y maestras.
La edad de entrada en los colegios de los tres años coincide con la primera crisis de independencia de las personas. Se enfrentan con el mundo aunque con cuatro años ha desaparecido. Esta dificultad se refleja en la comida y la defecación".
El Dr. Rodriguez Sacristan nos ha ido describiendo las posibles causas de este problema que ocurre sobre todo en los pequeños, pero también en jóvenes. A veces se puede deber a un suceso que ocurre en el hogar, o en su vida como puede ser la escolarización o la llegada de un hermanito. En muchas ocasiones es un factor genético heredado. 

La actitud de las familias es fundamental y repetidamente  ha mandado mensajes tranquilizantes para que no se agobien y les presionen o castiguen. 
También hemos hablado de la encopresis, relativo al control de los esfínteres.
Aunque los orígenes pueden ser muy distintos pueden ser un arma contra factores del entorno del niño y  originar severos estreñimientos que necesitan a veces una respuesta psicológica estudiada.

Suponemos que sus comentarios han venido bien a muchos padres y docentes.


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