No es frecuente
que el profesorado se plantee que es lo que realmente enseña su asignatura, que
formación adquiere el alumnado cuando aprende cifras o datos de una materia.
Probablemente más de un profesor o más de un alumno, piense que la
asignatura de Historia es una materia aburrida, sin sentido, que solo pretende el recuerdo más o menos preciso
de los acontecimientos sucedidos en el pasado.
Para otros, en cambio, la enseñanza de la Historia puede significar
un análisis de todos los momentos históricos que ha traído la sociedad hasta
nuestros días, creando modelos de convivencia diferentes, dependiendo de las
situaciones y condiciones finales de los conflictos entre pueblos y ciudadanía.
¿Es la Historia
enseñada útil para la educación del ciudadano? ¿Es posible convertir el
recuerdo de cifras, datos, fechas y mapas en una formación que le de a la
persona una capacidad crítica de los hechos?
Estas preguntas es lo que la Asociación Redes
ha querido plantear a un grupo de profesores en la semana dedicada a la Fiesta de la Historia.
José Luis García
Trujillo, profesor de Historia del Instituto de Secundaria Julio Verne de
Sevilla.
Javier Merchán Iglesias, catedrático de
Historia del Instituto Murillo de Sevilla y profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación.
Juan Antonio
Ruiz Domínguez profesor de Historia y Director del Instituto Miguel de Mañara
de San José de la
Rinconada.
Manuel
J. Fernández Naranjo, profesor de Historia y director del Instituto Virgen del
Castillo de Lebrija.
Javier M.- “La Historia es una materia
privilegiada para formar determinados tipos de identidades y ciudadanía. la
educación del ciudadano, de hecho en algunos países no existe ninguna materia
que se llame Educación para la
Ciudadanía sino que está incorporada a los estudios sociales
en general y al estudio de la
Historia en particular. En el ADN de esta asignatura está su
capacidad de formar. En su origen, la Historia como disciplina nace para la educación de príncipes y nobles.
Educar a personas que se iban a dedicar a los grandes asuntos de gobierno.
Según muchos autores la
Historia tiene la función de formar a gobernantes y para ser
una persona recta y ser un buen ciudadano. ¿Qué pasa cuando la Historia entra en el
aula? Todos esos planes no se cumplen si
no, no se explicaría la caída de la dictadura en España o de la Unión Soviética con ciudadanos
formados en ese régimen. La potencialidad que tiene la enseñanza de la Historia para
adoctrinar o formar ciudadanos, de un
tipo o de otro, es limitada”.
Juan Antonio R. – “¿Qué
es ser ciudadano? Ciudadano es un ser autónomo que se siente parte de una
estructura social y política. Que tiene una serie de derechos y responsabilidades
para construir la sociedad. Ya no somos los súbditos de la Edad Moderna , sino somos los
ciudadanos del mundo contemporáneo. Una pregunta interesante sería: ¿Qué tipo
de ciudadanos esta formando nuestro sistema educativo? ¿Estamos, como dijera
Ivan Illich, utilizando a la escuela como lugar donde se crea una sociedad en
la que se transmiten los intereses de las clases hegemónicas? ¿O tal vez lo que
se está creando es una masa de ciudadanos dóciles que sirvan de fuerza de
trabajo que ciegamente siga a los dictados de los medios de comunicación, de
las multinacionales, de los políticos y que no cuestionan nada, siendo
fácilmente manipulables?
Si la Historia enseñada no
forma ciudadanos, no cabe duda que vamos hacia el caos. El momento actual en Europa
recuerda mucho al los años 20 y 30 del siglo pasado con el auge de movimientos
totalitarios, y la generación de los
estudiantes, de los años 80 y 90 no es consciente del peligro que
encierran los totalitarismos, porque careciendo de medios para tomar sus
propias decisiones acabaran delegando en otros la toma de esta decisión, a no
ser que entre todos formemos ciudadanos críticos".
Manuel F. – "Lo que tenemos
que fomentar es el aprendizaje del alumno y no preocuparnos tanto del
curriculum. Porque el curriculum es la vida. Y viendo cosas de la actualidad
también estamos dando el curriculum, y seguro que podemos con los contenidos, con las competencias etc. La historia que no sirva solo para
aprobar sino que sea una historia sentida y vivida. Una propuesta para los
alumnos de bachillerato es la de ponerse en el pellejo de los protagonistas de la Historia. Buscan
información, elaboran el guión y lo preparan para representarlo. Eso ayuda a
trabajar la ciudadanía y a ser ciudadanos más críticos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario