Una
semana más dedicamos nuestro programa a reflexionar y a concienciarnos cómo
podemos cuidar de nuestro planeta.
Como ya hemos visto o escuchado en
otros programas de este ciclo, podemos cuidarlo desde muchos campos, y desde
muchas instituciones Todas y todos colaboramos en su salud pero también en su
deterioro. Trabajar para mantenerlo saludable para la vida es responsabilidad
de toda la sociedad.
Si hay un lugar donde este mensaje
fructifica con facilidad ese es la escuela. Una vez que el profesorado les
explica la situación, los beneficios que nos proporcionan el mundo vegetal, o
el animal, o el aire sano, las mentes de
los niños y niñas están abiertas a colaborar en ese cuidado.
Reconocer la realidad de nuestro planeta
no es posible solo desde los dibujos o los temas relacionados en un libro de
texto. La vivencia directa, las experiencias, la observación y la manipulación
serán aprendizajes para siempre y puede ser que se transforme más adelante en
una concienciación crítica con el uso materiales y productos dañinos para
nuestra madre Tierra.
Para ofrecer esta posibilidad de
tomar conciencia de un planeta saludable para todos, algunos centros educativos
han puesto en marcha proyectos de Huertos escolares desde donde volver a entrar
en conexión con la tierra, con el sol, con el agua, con el aire, igual como
aprendieron las primeras familias sedentarias.
Nos
han contado su proyecto:
Margarita
Infante, profesora de la Escuela de Ingeniería de Edificación y componente del
grupo El Huerto Escolar del Ceip La Paz de Sanlúcar la Mayor.
Santiago
Macarro, es Agente del Medioambiente y componente del grupo del Huerto Escolar
de Ceip La Paz de Sanlúcar la Mayor
Sandra Carmona, emprendedora, estudiante
de Biología y perteneciente al grupo de Mi cole tiene un huerto del Ceip La Paz
de Sanlúcar la Mayor.
M.I.-
“El proyecto del huerto nace, porque un día se nos ocurre a una serie de madres
y padres la idea de utilizar un terreno perdido que había en el Colegio San
Eustaquio que fue el primer cole donde se inició el huerto. Entonces se nos
ocurrió la idea de utilizar el huerto en un aula de aprendizaje. Empezamos a
darle un poco de forma, hablamos con el equipo docente, y fue la conexión entre
las familias que se implicaron y el equipo docente, empezamos no solo a
desarrollar el proyecto sino a llevarlo a cabo.
Empezamos con sesiones mensuales
donde las distintas clases de infantil
del cole salían un día al huerto e íbamos explicándoles este espacio como un ecosistema en sí y fuimos
transformando ese terreno que era un terreno perdido en un sitio donde los
niños y las niñas aprendían de forma activa, manipulando, en movimiento, y
llevarles nuestras experiencias e inquietudes sobre la conservación del planeta,
enfocadas hacia el medioambiente y la alimentación sana y variada”.
S. M. – “El respaldo con el que
jugábamos para poder poner en marcha el proyecto, era que éramos padres
conocidos que percibíamos que los demás padres que estaban a nuestro alrededor
tenían iniciativas y preocupación por la educación de sus hijos y veíamos que
teníamos esa sintonía y contábamos con el respaldo de ellos. De hecho, hoy en
día podemos decir que somos un grupo de amigos surgido de este proyecto.
Teníamos
que contar con unas instalaciones del colegio para lo cual necesitábamos las
autorizaciones pertinentes por parte del equipo directivo del colegio y del
ayuntamiento, y en esos momentos las Ampas dinamizaron y facilitaron esa
situación para que fuera viable el tener un sitio físico en el que desarrollar
el proyecto, sin lo cual no era posible”.
S. C.- “En verano cuesta más
trabajo mantenerlo, sobre todo porque el centro está cerrado. Pero este año nos
hemos conseguido que los niños que estaban en la Escuela de verano pasaran a
regar; y hemos aprovechado esto para que ellos también pudieran trabajar el
huerto en verano. Con lo cual este año hemos comenzado el comienzo del curso
con ciertas hortalizas y algunas frutillas que se habían mantenido y
principalmente las hierbas aromáticas que por norma general se suelen secar.
También
seguimos trabajando en verano porque esto requiere un trabajo extra a la hora
de elaborar el siguiente material que vamos a preparar para el ciclo que viene,
redactar, preparar se queda pendiente para el verano para que cuando llegue
septiembre podamos iniciar lo antes posible el curso con total normalidad”.
Gracias
por compartir vuestras experiencias y por enseñarnos como de una forma
divertida podemos enseñar a los niños y niñas a hacer un planeta más saludable.
Cuidar de nuestro planeta nos
educa. Seamos Educados.
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