Con ocasión de las fiestas navideñas, se generan muchas actividades que
son exclusivas de estos días. Tienen unas características que no se dan en
otras épocas del año.
En los centros educativos son días de evaluaciones, de nerviosismo por
parte del alumnado, que además de tener las clases diarias tienen repasar
aquellas cosillas sobre las que dudan, y que ensayar obras de teatro y
canciones para una fiesta de navidad.
En algunas familias de los alumnos de infantil y primaria, también pueden
tener que estudiar con los hijos para las últimas evaluaciones y elaborar o buscar
el disfraz que le ha tocado para la representación escolar.
El profesorado, debe de sacar tiempo para corregir los últimos exámenes y
preparar las evaluaciones, y reservar otro poco para la preparación del más que
probable acto navideño. Y para las tutorías. Y para la comida con los
compañeros y compañeras. Y para…
Un esfuerzo más y ya pueden
descansar.
Mención aparte, a los profesores de música les recae una buena ración de
toda esta tarea. Los y las compañeras de sus centros confían en que ellos pueden
solucionar todo el tema de las canciones, la música instrumental, los bailes o
la representación.
Se dan además algunos casos en los que este profesorado se involucra en
proyectos interescolares en donde haya una apuesta por la música y por la
solidaridad. Este es el caso que hemos traído
a nuestro programa.
Aunque no están
todos los que son, representa el trabajo de una parte del profesorado, que más
allá de sus tareas obligatorias se comprometen con la sociedad que más lo
necesita, a través de aquello que mejor
saben hacer.
Representando a
un grupo numeroso nos han hablado del proyecto “El sueño de Anita” dos amigos:
Felipe García, profesor de música y director del coro del
CEIP Ntra Sra. de la Soledad
de Cantillana.
Así nos contaron esta aventura:
- F. Muñoz: “El Sueño de Anita,
nació como 8 villancicos que compuse
hace años para diferentes entidades. Hace tres años en un curso de dirección coral,
se comentó un poco todo y se decidió hacer este cuento.
Se buscó un libretista que
diera unión a los 8 villancicos y la persona fue elegida fue D. Enrique
González Pol, amigo y compañero, que le dió unidad y consciencia de cuento
infantil. El siguiente paso fue buscar a alguien que colaborara en las partes
incidentales del cuento poniendo música y así fue como D. Miguel Ángel
Bezanilla Naranjo entró en escena.
Una vez el cuento estaba
formado, lo principal era darle sentido y buscar un por qué, y en eso tenía
claro, que mi cuento debía ser por y para los niños, así que buscamos Ongs que
trabajaran con niños directamente, de forma que los beneficios que se sacaran
fueron destinados a ellos, y así surgieron las Ongs DACE, ALDEAS INFANTILES y
CÁRITAS.
Con todos
el esqueleto formado y justificado, y gracias a las amistades en el campo de la
educación musical y coral, fueron saliendo colegios que querían participar en
el proyecto, de forma que este segundo año, en su reedición, en su versión
escolar (el año pasado se estrenó en la versión orquestal) se ha contado con
180 niños de cinco colegios bien distintos (Ed. Privada, concertada y pública)
de la misma mano y por un bien común.
Una vez salido con muchísimo
éxito, tanto en lo musical como en lo solidario, a partir de las navidades se
va a editar en formato libro el cuento musical "El Sueño de Anita"
con ilustraciones a cargo de Rosabel Moreno y la versión que se ha representado
en estos días recientes. El libro también colaborará en el proyecto solidario
de forma que se puede ayudar con cada venta de cada libro con las entidades
beneficiarias.
F. García: “Yo he trabajado en el
sector privado y depende de la naturaleza y la idiosincrasia de cada centro. Yo
creo que cada centro privado o concertado tiene su particular visión y su
propia forma de relacionarse con la sociedad y con estos proyectos
abiertos. De hecho ha habido una
representación de los tres tipos de centros.
Cuando un niño llega a un
entorno de muchas voces que no ha escuchado con anterioridad, yo creo que se
produce un proceso de adaptación en los que se van escuchando y se van
adaptando a la sonoridad y por eso es importante el encuentro previo para
equilibrar el sonido, para corregir los
pequeños imprevistos que puedan surgir y es un proceso bastante natural. El
papel del director, en este caso el de Fran, es muy importante porque tiene que
catalizar esa energía y equilibrar toda esa sonoridad”.
A pesar de todas las
dificultades logísticas de organizar diferentes grupos de diferentes centros y
localidades, los encontramos animosos para seguir con nuevos proyectos y así
deseamos que ocurra en más ocasiones.