Este es nuestro nuevo libro: "Abriendo Puertas"

Este es uno de nuestros programas

UNA ESCUELA PARA LA FELICIDAD

Esta tarde nuestro programa respira optimismo, ilusión y confianza en la escuela pública. ¿Cómo si no se podría hablar de “Una escuela para la Felicidad”? ¿Una escuela donde podamos ser y hacer felices? Solo con decirlo se nos ensancha el espíritu, y nos apuntaríamos del tirón.
Esta escuela para la Felicidad no sería posible, si no fuera también una escuela sensible, una escuela inclusiva, que atienda a las emociones a la diversidad y al talento.
Lógicamente si trabajamos para una escuela con estas características, los resultados irán acompañados de una transformación de las personas, una transformación de la sociedad y del entorno natural que nos rodea.
Todo este panorama que se nos antoja difícil y lejano, es, sin embargo, el objetivo a alcanzar por un grupo de profesores que están empeñados en conseguir que la calidad de enseñanza sea real, y además sea posible en la Escuela Pública.
Abrimos las puertas de nuestro programa, de par en par, para que nuestros y nuestras invitadas de esta tarde nos ilusionen y lo transmitan a todos los oyentes.
Una escuela Pública de calidad para la Felicidad es posible.
Nos lo han contado:
David  Villa Gómez, maestro del Ceip Miguel Hernández de Brenes (Sevilla)
Rafael Rodríguez Serrano, director del Ceip  Vicente Alexaindre de Brenes.
Mª Ángeles Ignacio Martagón, maestra del Ceip Vicente Alexaindre  de Brenes.
Mª José Hurtado Pedrosa, maestra Educ. Primaria del Ceip Adriano del Valle (Sevilla) y
Victoria Vivar Orgambidez del Ceip Vicente Alexaindre (Brenes)
R. R. - El término Felicidad se relaciona con las metas deseadas, con los propósitos, con aquello que quieren, con la pregunta para qué. Y para  responder a esa pregunta, cada alumno debe de tener un propósito. La escuela debe permitir que ese propósito individual esté presente en su actividad. El maestro debe acompañar al alumno en el desarrollo de su propósito. El maestro debe de poner el proyecto al servicio del alumno y no al revés. Entonces el alumno tendrá clara la respuesta a la pregunta ¿para qué estoy aquí?  Y así, podremos comprobar que aparecen los conceptos tan anhelados por los maestros, la  atención, la motivación, el respeto, la convivencia positiva y el desarrollo de las competencias.  Porque cuando una persona se siente bien, feliz en su trabajo es una persona más implicada, más creativa, e incluso más productiva.
A. I: - En la escuela que nosotros soñamos, el alumno debe de pensar que lo que siente es escuchado y respetado por todos. El profesor debe estar atento a las señales de los alumnos para atender a estas emociones, que siempre están surgiendo porque somos humanos. Se puede aprender de muchas formas, pero cuando uno se siente bien y es feliz, se aprende más y mejor. Cuando se respetan estas emociones y se da cabida en el aula a que cada uno se pueda expresar sin que haya represión,  la persona pueda abrirse,  puede sentirse bien, puede ir construyendo y se puede ir desarrollando progresivamente. Cuando no nos dejan ser como somos hay un bloqueo y el aprendizaje cuesta.
V. V: - El primero que tiene que descubrir su talento es el maestro. Si él maestro no ama lo que está haciendo difícilmente va a hacer que el alumno  descubra sus talentos y confíe en si mismo. Es una profesión que tiene que ser vocacional, y me refiero a que te encante lo que estás haciendo y que confies en que algo puedes mover cada día cuando llegas a la escuela.  Al llegar a la escuela, lo primero que hago es  acoger a los alumnos que llegan mirarlos y saludarlos. Sentirlos, saber como llegan cada día, porque todos los días traemos cosas de afuera. De alguna manera, cuando llegan allí,  se sientan ellos como identidad y pertenecientes a un grupo.
M.J. H: - Nosotros lo que queremos es el desarrollo integral de todas las personas que están en la escuela, porque todos somos partícipes. Y en este desarrollo integral podemos hablar de una inteligencia ecológica. En estos momentos en los que está en boga el cuidado  del planeta, porque el planeta está enfermo (como estoy yo), como consecuencia del cambio climático. Las plantas están floreciendo en una primavera temprana debido a todo lo que está ocurriendo. Esto mismo se ha tratado en mi aula. Mi alumnado estaba preocupado por qué su "seño" tenía esta voz (ronca). Y es que hay que meter dentro de las aulas esta situación tan dramática que estamos viviendo en estos momentos. Es un contenido muy actual del que se puede desarrollar muchísimas cosas a nivel de todas las áreas que se trabajan en la escuela.

D. V: - Queríamos transmitiros la ilusión,  la energía,  la coherencia y todo el sentido del proyecto que estamos viviendo. Su principal sentido es que tanto los profesionales como la familia y por supuesto el alumnado que esta inmerso en él, nos lo merecemos. Merecemos formar parte de una escuela distinta, respetuosa, que nos llene a todos, más humana. Y que persiga, en todo momento, el máximo  desarrollo personal de todos y cada uno de los que participan en la misma, para favorecer el que seamos un poco más felices. Abramos las puertas. La escuela tiene que transformarse y tiene que transformar. Esa es la escuela que queremos, que soñamos, una escuela que tiene sus puertas abiertas".

 "Es que, Dolores, hay que ver la vida que se deja entrar cuando se tienen las puertas abiertas".

1 comentario:

Administradores dijo...

Buenos días, sería interesante saber la fecha de cada publicación en el blog.