El
desarrollo de las investigaciones psicológicas y psicopedagógicas en los años
90 del siglo pasado, supuso un gran avance en el reconocimiento de algunos
trastornos para los cuales no teníamos nombre. El avance de la neuropsiquiatría
en el siglo XXI nos está ayudando a conocer no solo los nombres sino también el
origen de estos trastornos, que en muchos casos se convierten en
discapacidades.
Cuando el psiquiatra Hans Asperger
(1943) diferenció la psicopatía autista del trastorno autista, no fue muy
difundido, sin embargo marcó el aislamiento social como la
característica fundamental del trastorno autista, pasando a ser reconocido por
el Manual Estadístico de trastornos mentales
(DSM-IV) años mas tarde.
Hasta
entonces las personas afectadas eran tratadas como autistas o con otros
términos, pero poco a poco hemos ido descubriendo como funciona una mente
Asperger y aunque
posiblemente
el aspecto más llamativo del Síndrome de Asperger sea su dificultad para las
relaciones sociales, el psiquiatra alemán les supone unos rendimientos destacados para la ciencia
o el arte por su alta capacidad de concentración.
Pero,
¿Qué representa la escuela para los niños y niñas Asperger? ¿qué supone para
las familias la escolarización de sus hijos? Probablemente tenemos mucho que
aprender para poder ayudarles, para ponernos en su posición y entenderles. Para
sacar lo mejor de ellos para la sociedad.
Para
respondernos a estas y otras muchas preguntas, nos han acompañado:
María
Díaz-Borrego Castillo, psicopedagoga del equipo de intervención escolar.
Orientadora escolar especialista en adaptaciones curriculares.
-
Nuria Rivero Lara, madre de una chica
con Síndrome de Asperger.
-
Rafael Jorreto Lloves, presidente de la
asociación, experto en los trastornos del espectro autista. Profesor
María
Díaz-Borrego Castillo
N.R. -“Ahora hay mucha información, se han hecho muchas jornadas formativas
desde la asociación porque antes no había nada. Había un gran desconocimiento y
no teníamos herramientas. Solo sabíamos que era Asperger. Leíamos un estudio y
sabíamos las características, pero ahora teníamos a la niña en casa y teníamos
que usar el sentido común y acudimos a profesionales para que nos dijeran que
hacer aunque no había Terapia de relaciones sociales que era lo que necesitaba,
era muy desconocido".
R.
J. – “Es muy típico verlos solo en los patios de recreo, que no tengan amigos
de su edad y ahí es donde se ve realmente el déficit de procesamiento, porque
eso es lo que hay en el fondo: un déficit de procesamiento de los estímulos que
están relacionados con la comunicación social. La comunicación no verbal, los
gestos, los guiños, el doble sentido, estos niños no lo procesan bien. Si
pensamos que la comunicación entre nosotros es un 80% no verbal, pues ellos se
pierden muchas cosas, por ejemplo ellos no miran a la cara porque la cara en sí
no les dice nada, porque no saben leerla”.
M.
D.B. – “El Síndrome de Asperger entra dentro del Espectro autista pero es muy
diferente porque nuestros chicos no tienen afectado el nivel cognitivo, las
dificultades del lenguaje es más en la parte pragmática, que está más
condicionada por la parte social, entonces la intervención con ellos es
totalmente diferente. Desde muy chicos se les empieza a notar algunas
características que llaman la atención, en el tema de los juegos, en la
relaciones con los de su misma edad, la forma de hablar, hasta los 5 o 6 años
no hay un diagnóstico cerrado porque la etapa de los 4 o cinco años es una
etapa muy importante y hay que ver como evoluciona”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario