Los
medios de comunicación nos mantienen informados sobre la actualidad aunque eso
no nos influye ni nos cambia nuestra percepción de la realidad, generalmente.
Pero hay otros temas que los
percibimos lejanos a nosotros, a nuestra forma de vida, a nuestra economía a
nuestras relaciones. Son los temas que tienen que ver con la realidad de otros
países, la realidad del cambio climático, la desigualdad de la riqueza.
La economía de los países está interrelacionada, las
culturas hoy más que nunca, y de la misma manera los cambios sociales. Ni el
país más rico podría vivir de forma autónoma, ni los desechos que se tiran a un
río cualquiera, afecta solo a ese río, ni los árboles que se talan en una
pequeña isla, dejan de afectar al resto del planeta.
Para acercarnos a estos temas surgen
colectivos que hacen de su día a día el trabajo para desarrollar un educación
que sirva de cambio de conciencia, y nos
permita conocer esas otras realidades más relacionada con la nuestra de lo que
pensamos y no tan lejana.
Para cambiar nuestra forma de
entender el planeta, la educación es la clave, por eso en algunos centros se
llevan a cabo programas que van dirigidos al alumnado con el objetivo de
crear muchas pequeñas conciencias desde
donde crecer de forma espiral la conciencia social planetaria.
Nuestras invitadas esta
tarde, han sido:
-Rosa Macarro Carballar,
es Psicopedagoga y Técnico de la ONG Solidaridad
Don Bosco.
- Sagrario Suarez
Tena, estudiante de Educación Social y
Voluntaria de Solidaridad Don Bosco.
R.M.-“Espiral
Solidaria es un proyecto que tiene más de doce años. Se lanza como un proyecto
de iniciativas sociales en los que chicos y chicas puedan comprometerse de una
manera concreta en su entorno.
El objetivo es trabajar todo lo que
tiene que ver con la ciudadanía global y con que la juventud se movilice en su
entorno cotidiano por cuestiones locales pero también globales. Lo que
pretendemos es que tengan un mayor conocimiento de las realidades del Sur y de
distintas causas que favorecen o que están promocionando la pobreza y todos los
problemas globales que están afectando al planeta, pero sobre todo queremos
trabajar con los jóvenes y adolescentes la promoción de valores de justicia de
solidaridad de sostenibilidad del medio ambiente y del respeto de los derechos
humanos.
De esa manera los chavales analizan
los problemas socialmente relevantes de su entorno y luego buscan manera de ver
cómo intervenir en su comunidad de forma concreta para minimizar esta
vulneración de derechos humanos o minimizar ese problema que se están
encontrando.
El proyecto forma parte de la
esencia del trabajo que hacemos desde Solidaridad Don Bosco en Andalucía,
Canarias y Extremadura. A lo largo de esta larga trayectoria las Espirales
Solidarias han tenido una vida bastante fructífera. En el último año lo que
hemos intentado es trabajar un poquito más desde este enfoque de derechos,
porque antes trabajábamos más desde problemas concretos y ahora es como “vamos
a ver cómo efectivamente hay derechos de
personas vulnerados y cómo muchas pequeñas personas haciendo actividades
pequeñas pueden aportar un montón de
soluciones”
Desde
esa línea empoderar a la juventud en que ellos no son el futuro, sino que son
el presente y son parte de quienes tienen que empezar a cambiar la realidad
cotidiana”.
S.S.
–“Lo que más me llama la atención es que hay muchos jóvenes que tenemos
inquietudes sociales y que a través de una formación que se nos da y de temas
que no están en el orden del día sí que nos afectan diariamente, podemos cambiar esas actitudes de rechazo y de odio que a través de la espiral
se trabaja para la búsqueda de una sociedad mejor.
Muchas veces se piensa que los
jóvenes no tenemos esa inquietud, o que no nos importa lo que suceda a nuestro
lado, sino que si nos importa y nos afecta”.
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