Hace
un par de semanas nos sobrecogió la noticia del suicidio de una niña de 13 años, en principio por haber sido víctima durante mucho tiempo de acoso por parte de
unas compañeras de colegio. No es el primer caso conocido con ese final
terrible, han sucedido muchos más pero no por ello no deja de producirnos una inmensa amargura, por lo que nuestra imaginación intenta pensar en que es lo que debió suceder y por
cuanto tiempo para que esta niña llegara a buscar la del suicidio como la
solución menos mala.
Se
acaban las palabras con las que describir los sentimientos y los pensamientos
que generan un hecho así en la mayor parte de la sociedad, pero donde es
imposible acercarnos es al sufrimiento de la familia para toda la vida.
De
la misma forma suponemos que el profesorado que haya sido conocedor de la posible
situación de los hechos con anterioridad al fatal desenlace habrá quedado marcado para
siempre.
Los
hechos están en manos de la justicia y no conocemos los detalles para poder elaborar
un juicio de valores y de conductas, pero no podemos evitar que nos invadan
todo tipo de preguntas acerca de cuáles son las causas de este y de los otros
casos anteriores que provocan este trágico final.
Se
trata de aprender de las experiencias, ¿Qué se ha aprendido después de esta
sacudida del suicidio de Sandra?
Esta
tarde va por ti y por todas tus compañeras.
Invitadas:
Pedro Arias Silgo ex director del IES Albert Einstein y perteneciente de la Asociación ADIAN.
Nuria
Alex, directora del IES Alvareda (Dos Hermanas) y coordinadora de ADIAN.
“Los edificios como tal no tienen ninguna característica que ayude a la protección del alumnado ni a la detección temprana de posibles situaciones de acoso entre otras razones porque los institutos de secundaria son muy diversos en cuanto al tamaño a la antigüedad, el tipo de construcción, la zona donde está construido, no tienen una característica en común en la que podamos apoyarnos. Algún centro tiene cámaras de vigilancia que podría ser un elemento de protección pero esas cámaras se instalan en los centros para proteger los equipamientos específicos por ejemplo un aula de informática con materiales de alto nivel y caro pues entonces ahí si se colocan cámaras.
Muy pocos centros, poquísimos tienen algún
sistema de vigilancia más específico para el alumnado, pero son centros muy
concretos. En los centros donde hay cámaras para vigilar puntos que son
conflictivos luego hay una o dos personas que son responsables de mirar las
grabaciones y saben manejar el sistema para irse al día o la hora donde se
supone que ha ocurrido algo” P. Arias
“(Los/as acosadas) suelen ser chicos más
tímidos, que tengan algo físicamente que sea objeto de burla, también encuentras
a chicas guapas que se pueden burlar de ellas. Hay otros que es por ser listos,
pero no diría que hay un perfil fijo. Cualquiera, porque a otro no le haga
gracia puede empezar la situación.
Yo he visto muchas veces que en anteriores
momentos eran amigos y por algún conflicto se empieza a aislar a un miembro y
los demás por la presión que tienen hace que derive en una situación de acoso.
A nosotros nos llegan al instituto a veces con conflictos que vienen de
Primaria. Es más fácil que se dé en los primeros cursos de la ESO porque pueden
traer ya algunos conflictos previos y esos se van arrastrando después si no se
van solucionando. Pero es difícil que un niño con 16 años empiece el acoso”. N.
Alex
