La convivencia en la escuela es posible

La escucha y el respeto, dos patas que sostienen la convivencia

Cuando se encuentran maestros o profesores de diferentes centros siempre suelen tener comentarios de quejas con respecto al alumnado o a la relación con los padres y así con la ayuda de algunos casos de agresiones, se ha generado una opinión general por la cual parece necesario tomar medidas extraordinarias para conseguir que se le vuelva a tener la consideración y el respeto que antes se le tenía. Y es que el concepto de comunidad educativa, es relativamente nuevo y no está todavía integrado.

Sabemos que en la educación intervienen factores de dentro de la escuela y de fuera, pero queremos educar ignorándolos. Sabemos que en la actividad educativa participa todo el centro, pero lo reducimos a un aula; sabemos que en el aprendizaje del aula interviene tanto el profesorado como el alumnado, pero responsabilizamos solo a los alumnos.

Educar para la convivencia, no es solo educar para que el alumnado desarrolle actitudes de respeto y de igualdad, también lo es para que entre el profesorado se cree un buen clima de trabajo y desarrollen actitudes democráticas y de autocrítica, educar para la convivencia es también dar participación y formación a las familias de forma que también aprendan a respetar a la escuela y conocer los factores positivos o negativos que intervienen en el aprendizaje de sus hijos.

Del intercambio y del dialogo se obtiene un aprendizaje colectivo que da sentido al quehacer educativo de toda la comunidad.

El respeto y el reconocimiento hacia los docentes vendrán a continuación.

Nuestros invitados/as Dolores Limóm, Isabel Antúnez y Eduardo Barrera, han llenado el programa de sensatez y de comprension hacia todos los elementos que concurren en los centros educativos y nos han dejado un esperanzador mensaje: La convivencia es la escuela es posible. Intentémoslo.