Alrededor
de la conmemoración de la primera vuelta al mundo hemos podido aprender mucho
acerca de todos los detalles que conllevaron esa tremenda hazaña.
Al
observar navegando a la Nao Victoria en aguas del Guadalquivir, nos parece más
pequeña aún que otros barcos que se encuentran atracados en el muelle y nos
mueve a imaginar cómo podría ser la vida de unas 50 personas en ese pequeño
espacio.
Todas las cantidades estaban calculadas,
víveres, repuestos de todo tipo, joyas y baratijas para trueques, armas, telas,
velas cuadernos y tinta etc. Todo se
pensó para un viaje que ya se preveía que sería extraordinario, todo menos lo
desconocido, el océano Pacífico y su enorme amplitud que hizo que todo lo calculado
se quedara corto y escaso.
Poco
a poco a lo largo de tan larga travesía hasta llegar a las islas de las
especierías, fueron desapareciendo hombres y barcos, enfermedades, roturas e incendios hicieron de
la Nao Victoria la única capaz de continuar un viaje de regreso y lograr
culminar una hazaña.
Esta
tarde, a través de nuestra Puerta Abierta, nuestro invitado nos va a permitir
conocer mucho más sobre la expedición de Magallanes y sobre este barco en
particular, desde su origen hasta su final pasando por todas sus funciones y
tripulantes, basado en la documentación que se conserva en el Archivo Histórico
Provincial de Sevilla y es el motivo de una de las últimas exposiciones con
motivo de esta celebración llamada
Victoria.
Invitado:
D. Braulio Vázquez Campos, Director del Archivo Histórico Provincial de Sevilla
y Comisario de la exposición Victoria en el mismo archivo.
“En
estos tres años de conmemoración del V Centenario se ha escrito mucho, se han
hecho exposiciones sobre los distintos protagonistas y nos parecía que
nosotros, que empezamos en el año 2019 con la exposición: “Firmaron de su mano, Magallanes y Elcano”, centrada en los
documentos con los que contamos, sobre todo Protocolos Notariales, en los que
se vieron reflejadas las intenciones testamentarias las firmas de aquellos
personajes, no podíamos dejar concluir el centenario de la Nao Victoria de la
que tenemos unos documentos fundamentales, que son los que precisamente inician
la exposición y la cierran; que por una parte es una carta de reconocimiento de
pago de los antiguos propietarios en la que a la nao se le expropia y en la que
se reconoce el pago de 800 ducados por parte de la Casa de la Contratación y
protestan de paso por el hecho de que se le ha pagado tan poco porque según
dicen ellos le había costado mucho más.
Y
por último tenemos, cerrando la última vitrina, la almoneda, es decir la
subasta de la nao Victoria cuando llegan, ya vaciada de clavo, y como la
Corona, lejos de reservarla para darle un homenaje, como después se popularizó
la leyenda de que había estado en las Atarazanas expuesta para dejar constancia
de aquella hazaña, pues en realidad su destino fue venderla al mejor postor
para sacarle el poco rédito que pudiera tener y se vendió por 1/3 de lo que
había costado, dejando aparte las reparaciones del principio de la expedición.
Entre
un hito y otro, aprovechamos para contar la historia centrada en la perspectiva
de la propia Nao Victoria y lo que
hicieron sus propios hombres que fue variando a lo largo de los tres años de
expedición”.
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