Desde que nacemos, comenzamos a formar parte de la sociedad, pero son los padres y las madres las que, con mejor o peor fortuna, tratan de educarnos intentando transmitirnos aquellas ideas, actitudes y costumbres que creen mas importantes o mas útiles para formar parte de ella.
Al ser escolarizados, nuevos agentes se unen a la función educativa y es el profesorado el que diseña una programación en la que además de la adquisición de conocimientos, el alumnado se enriquezca con una formación en valores, y educación emocional para completar una educación integral del alumnado que le permita participar en la sociedad con éxito.
Sin embargo no siempre estas intenciones dan los resultados que se esperaban y hay un cierto número de chicos y chicas a los cuales no han llegado bien los mensajes. Su entorno o los agentes encargados de su formación no han colaborado de forma positiva en estos logros sociales, y como consecuencia aparecen actitudes negativas hacia los centros educativos, las familias o cualquier organismo vinculado con la educación.
Para ellos también existen otras oportunidades. Nuevos agentes aparecen en la sociedad educadora, con el fin de ayudar a retomar la educación en el punto en el que se rompió. Hacerlos creer de nuevo en sus capacidades, reconocer el valor de la cooperación, y hacerles sentir la importancia de su formación para poder participar en la sociedad, es ahora el objetivo de los y las educadoras sociales.
Al ser escolarizados, nuevos agentes se unen a la función educativa y es el profesorado el que diseña una programación en la que además de la adquisición de conocimientos, el alumnado se enriquezca con una formación en valores, y educación emocional para completar una educación integral del alumnado que le permita participar en la sociedad con éxito.
Sin embargo no siempre estas intenciones dan los resultados que se esperaban y hay un cierto número de chicos y chicas a los cuales no han llegado bien los mensajes. Su entorno o los agentes encargados de su formación no han colaborado de forma positiva en estos logros sociales, y como consecuencia aparecen actitudes negativas hacia los centros educativos, las familias o cualquier organismo vinculado con la educación.
Para ellos también existen otras oportunidades. Nuevos agentes aparecen en la sociedad educadora, con el fin de ayudar a retomar la educación en el punto en el que se rompió. Hacerlos creer de nuevo en sus capacidades, reconocer el valor de la cooperación, y hacerles sentir la importancia de su formación para poder participar en la sociedad, es ahora el objetivo de los y las educadoras sociales.
La presencia en Puerta Abierta de Alberto, Violeta y Victor, educadores sociales en la provincia de Cádiz y Sevilla, nos han transmitido la ilusión de los profesionales que creen en la capacidad regeneradora de la educación, en este caso de la educación social.
Escuchándoles llenos de entusiasmo por su trabajo, creemos en la posibilidad de dar una nueva oportunidad a aquellas y aquellos que la necesitan para no quedarse atrás.
1 comentario:
Me ha resultado muy interesante y motivador, para mantener buenas expectativas con los chicos y chicas que pueden estar a punto de abandonar los estudios.
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