En algunos centros hay un espacio cerrado con llave, oscuro, separado de las clases y donde solo entran algunas personas cuando tienen que meter algún objeto valioso. Al principio esos espacios estaba vacíos pero cada vez se iban llevando mas objetos, unos de otros centros que ya no los querían, otros de los abuelos que ya no los necesitaban, otros que regalaban al centro, y así poco a poco se estaban amontonando estas joyas en mesas sin que nadie tuviera interés en ordenarlas, abrillantarlas, quitarles el polvo, colocarlas en lugares con luz para que se vieran bonitas, y se pudieran usar.
Finalmente
un día esos espacios desconocidos son descubiertos por alguna profesora que con cara de asombro descubre
que encima de las mesas hay muchos objetos valiosos, son libros amontonados o
colocados sin ningún criterio. Algunos parecían antiguos, otros absolutamente
sin abrir. Había que hacer algo con todo
ese material tan valioso.
Hay
que buscar cómplices colaboradores y transformar esos espacios para que sean
útiles, ponerse manos a la obra y ordenarlos, iluminarlos con carteles,
adaptarlos, sin duda, un gran trabajo. Hasta que por fin estos espacios se
abren al profesorado y al alumnado, organizando un sistema para el disfrute del
uso de estos libros.
Esta
pequeña historia acerca del origen de las bibliotecas de algunos centros es el
punto de partida de nuestro programa: Las bibliotecas guardan tesoros.
Invitadas:
-
Soledad García Montero, profesora de
Geografía e Historia y coordinadora del proyecto Los libros son tesoros
-
Leonor Sabater, es profesora de Biología
en el IES Albert Einstein.
-
Laura Jiménez, estudia 4º de ESO
-
Ángel Jiménez, estudiante de 2º de ESO
“Mis
primeros años fueron para reparar, para descubrir, para limpiar. Yo lo comparo
como un sitio oscuro, incómodo y donde nadie iba. Ahora lo veo lleno de luz,
con mucha vida y sobre todo que te sientes confortable cuando vas y ese era mi
gran objetivo: convertir la biblioteca en un espacio vivo y cómodo donde entran
y salen sin problema. Es muy gratificante haber obtenido el tercer premio
porque realmente somos una biblioteca joven y es un empujón de ánimo tremendo y nos
confirma que vamos por el buen camino”. (S. García)
“A
raíz de que Soledad cogió la coordinación de la biblioteca, y se le ocurrió que
para poderla impulsar más dentro de la comunidad educativa se hiciera un grupo
de trabajo abierto a todos los departamentos que forman parte del instituto. Yo
soy una firme defensora de lo que es la Lectura o la Lectoescritura como base
para que nuestros niños puedan crecer desde el punto de vista académico,
cultural y personal. Estoy convencida de que es uno de los puntos más
importantes del curriculum y hay que seguir apoyándolo y la mejor manera es
formar parte de este proyecto que nos presentó Soledad a todos los compañeros
del centro”. (L. Sabater)
“Yo
tengo la idea de que nací con un libro incrustado en la mano porque no recuerdo
el momento en el que no me gustara leer y escribir. Me acuerdo de un video que
grabó mi madre cuando yo tenía tres años y salgo con mi padre y él me está
leyendo un libro de Pocoyo y yo estoy encantada de la vida escuchándolo y
cuando termina de leérmelo le doy la vuelta para que me lo vuelva a leer”. (L.
Jiménez)
“Cuando
iba a la Feria del Libro, el primer año que se celebraba cada año; yo iba con
mis compañeros porque siempre se iba como en una excursión clásica de cada año,
y ahí fue el primer momento cuando yo empecé a comprar los libros por mí mismo
y los libros que a mí me gustaba leer y fue un momento bastante ilusionante”. (A.
Jiménez)
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