Claselot

 

No siempre en todos los cuentos encontramos valores sociales, emocionales o medioambientales. Quizás porque con frecuencia hemos echado mano a los autores clásicos, en cuyo tiempo la sociedad no tenía en cuenta la igualdad de género, la autonomía, la educación, o las diferencias entre las clases sociales.

Los cuentos que se escriben hoy gustan de reflejar los valores educativos, el respeto al diferente, la inclusión, la empatía, el trabajo compartido o la educación medioambiental, porque nuestra sociedad necesita de estas actitudes para crecer sanos emocionalmente. Los cuentos actuales gustan de girar los roles femeninos y masculinos, gustan de crear situaciones que reflejen los problemas actuales y sus formas de resolverlos con las nuevas tecnologías.

En esta semana que se ha celebrado la Feria del libro en Sevilla, hemos visto muchos colegios paseando por las casetas y hojeando los cuentos con personajes de todos los colores y habilidades especiales.

El mundo de los cuentos, sin duda es mundo fácil de creer y por ello son importantes los mensajes que se deslizan entre los párrafos y los dibujos.

Inmaculada  Delgado Méndez, es nuestra invitada de esta tarde y nos trae un cuento premiado: Claselot

Inmaculada es una mujer polifacética, su faceta artística se deja ver en numerosas obras como ilustradora, pintora, o escultora. También tiene otra faceta, la literaria. Es graduada en Magisterio, y su trabajo con el mundo infantil como docente, le ha estimulado a escribir  obras de teatro, relatos, poesías y cuentos.

“La Educación siempre ha sido un referente para mi, estuve trabajando como docente 15 años y luego me entregué por completo a desarrollar mi faceta artística. Ahora disfruto mucho  dibujando,  pintando y modelando. 

El cuento partió de una convocatoria a un concurso por el 8 de Marzo durante el confinamiento. tras obtener el premio decidí ilustrarlo y publicarlo. Tenía ganas de hacer algo para ilustrar y que fuera bueno.

Siempre pienso en los valores que hay que transmitirles a los chicos y me decidí a escribirlo. En la época de pandemia aproveché mucho para dibujar y escribir.

Yo he planteado  la historia en una clase por Fin de Curso.  El grupo de teatro es el protagonista del cuento, y nos da mucho pie, porque eliges una obra para que participen muchos chicos y chicas. Se lo pasan fenomenal. A algunos no le gusta actuar y les gusta más pintar o hacer los decorados y a otros les gusta ser protagonistas.

El protagonismo lo tiene los niños con toda su diversidad y sus ocurrencias y la perrita de uno de ellos que es la ilustración elegida como portada. El profesor de apoyo es un profesor tolerante cien por cien y admite toda la diversidad que se le va presentando, chicos de color, con baja visión o con dificultades motóricas.

Los padres y los abuelos, cada uno con sus mentalidades diferentes, a veces ponen objeciones a las decisiones de los chicos y chicas, pero al final, son estos, con sus acciones los que consiguen que se abran a otras ideas. El trabajo en equipo logra superar los obstáculos que se presentan. 

Es un cuento muy didáctico a la vez que divertido”. (I. Delgado)