ESCUELA MÁGICA

 

Comenzamos esta nueva temporada con el ánimo renovado de seguir hablando del poder de la Educación, de qué significa educar, de cómo nos educamos o de quién o qué nos educa y para ello contaremos con invitados que nos cuenten sus experiencias, sus investigaciones, sus proyectos y sus realidades.

Comenzamos con la alegría de poder hablar en presente del libro Abriendo Puertas, que es el libro que compendia los últimos diez años de este programa con los temas que lo mantuvieron vivo y los invitados que lo pergeñaron.

Comenzamos con expectativas más saludables para nuestra sociedad y nuestros centros en donde la pandemia se vaya desdibujando en nuestras formas de convivencia y en nuestras escuelas.

Y por último comenzamos esta temporada deseando que  nuestras escuelas e institutos se conviertan en centros creativos y lugares donde asistir cada mañana signifique no solo recibir conocimientos sino también valores, calor y cariño.

Nuestra invitada de esta tarde ha imaginado una Escuela donde lo inesperado forma parte del aprendizaje diario, donde la dinámica de las clases puede permitir descubrirse  a sí mismo, o donde recuperar los sabores perdidos puedan transportarnos al mundo interior.

Hoy ha venido a compartir el programa Elisa Macías Navarro, periodista, escritora, autora de la trilogía Educación Positiva, Escuela Mágica y Estrella Mágica. Experta en Comunicación positiva, actriz de doblaje y Risoterapeuta.

“Escuela Mágica tiene su base en la experiencia, porque a mí me parece que cuando hablamos con fantasía e ilusión en una novela, si lo hemos vivenciado tiene un resultado completamente distinto.

Cuando yo estudiaba la carrera de Periodismo y Comunicación me doy cuenta que para transmitir esa comunicación positiva, asertiva y empática que conecta con el otro que no te frena, pues era importante partir de la Educación que te enseña entonces empecé a entrar en centros educativos, de Primaria y Secundaria a ofrecer charlas, talleres y eso que empezó hace 20 años como algo incipiente se convirtió en lo que a día de hoy son los talleres de Educación Positiva. Yo tengo la suerte de entrar en los centros para aportar una semilla que dejamos en un taller pequeñito porque el que lleva el peso lógicamente es el profesorado docente que está todo el día en el Instituto o en la clase de Primaria. Partiendo de esa experiencia de estar en contacto con los chicos y las chicas de edades muy distintas y centros educativos muy diferentes pues me dio la base para poder escribir esta trilogía.

Si tomamos conciencia de que estamos recibiendo siempre información negativa sin valorar aquello que se está haciendo bien y que se puede potenciar. Si un niño dice que es torpe, o que no sirve para las matemáticas porque lo escucha en el entorno, a veces por parte del profesorado o en su familia, se está quedando con una etiqueta en la espalda y por eso nacen los talleres.

La protagonista de la novela está buscando descubrirse y al mismo tiempo descubrir a los estudiantes y al profesorado  de esa escuela rural porque de esa manera vamos a poder  cambiar cosas en la sociedad. El profesorado no pretende cambiar al alumnado pero si ofrecerle visiones muy distintas de la vida para que tengan asignaturas poco usuales y eso seguro que les va a permitir descubrirse a sí mismo.”