Uno
de los principales objetivos, si no, el prioritario, de los docentes, es el que
el alumnado aprenda a leer y a escribir con soltura. Objetivo que se suele
alcanzar en los primeros años de Primaria. Pero una cosa es saber leer bien y
otra que nos guste leer. Una cosa es saber escribir y otra distinta es saber
expresarnos con la escritura.
Una
vez que se ha conseguido el primer objetivo, los centros educativos buscan
ideas creativas para conseguir ir un poco más allá, para animarles a leer, para
estimularles a escribir pequeños textos de creación propia. Sin duda redactar
textos es un ejercicio especialmente
estructurador del pensamiento; organizar un pequeño párrafo para que tenga
sentido, necesita saber el mensaje concreto a transmitir, buscar las palabras
necesarias para expresar las ideas, ordenarlas para que tengan sentido y
utilizar una gramática básica.
La
lectura, por otro lado, solo en los comienzos se podría considerar como
ejercicio. Una vez que se ha conseguido leer con fluidez y comprender los
textos a la vez que leemos, el siguiente objetivo sería sentir el gusto por lo
que se lee. Si queremos estimular la práctica de la lectura, no puede ser un mandato, una obligación
porque conseguiremos el efecto contrario
al del placer de leer.
Las
propuestas en los centros son muy valiosas porque así lo percibe el alumnado,
pero un ejemplo vale más que mil palabras. Si nos ven leer tanto en casa como
en el centro, y mostrar interés por sus propios libros les estimularemos a
hacerlo ellos también.
Son
muchos los docentes que buscan actividades alternativas para conseguir inculcar
a su alumnado el gusto por leer y
escribir y esta tarde tenemos en Puerta Abierta una de estas
iniciativas: El País de los cuentos
Invitado:
José
Ramón de la Rosa, especialista en Pedagogía Terapéutica en CEIP Oromana de Alcalá de Guadaira.
“El
centro ya tenía un proyecto lector, y yo pensé que había que darle una vuelta
de contextualización por el hecho que nuestra localidad tiene una idiosincrasia
y tiene unos monumentos y una cultura muy definida y sobre todo muy llamativas,
como ese puente del dragón hecho de manera gaudiana. Entonces pensé en poder
contextualizar más el proyecto de fomento a la lectura y escritura.
A
las compañeras y compañeros que se han mostrado interesados en participar en el
proyecto les he presentado como lo he desarrollado en otros centros y los
cambios que para mí, dentro de mi contexto de la Educación Especial, o cuando
yo he sido tutor, lo he desarrollado, sobre todo, para darle agilidad.
Es
una forma de picarle a los niños las ganas de leer. Si bien es cierto que leen
muchas cosas a veces, pero a veces leen cosas que no les gustan; entonces el
tema de potenciar la lectura, mas regularizada, más puntualizada, y que no sea
necesario decirle al niño o a la niña “ponte
a leer” sino que él ya parte de la idea de “voy a leer lo que a mí me gusta y encima voy a avanzar en el proyecto”
entonces ellos se van auto estimulando.
La
clave de todo esto es que los que comienzan con la lectura y la escritura en el
primer ciclo, principalmente en el segundo nivel, le cojan gustillo a esto y
aquellos que van en quinto de primaria enfocándose para salir del centro no
dejen de amar la lectura y de ser una pasión más que les va a nutrir para el
futuro”. (J. Ramón de la Rosa)
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