Este es nuestro nuevo libro: "Abriendo Puertas"

Este es uno de nuestros programas

Desenmascarando los discursos de odio




 

Las redes sociales han disparado la difusión de expresiones humillantes y el acoso a personas que por tener unas determinadas características físicas, sexuales o unas creencias bien sean religiosas o de otro tipo no se ajustan a unas anteriormente establecidas como normativas o normales. Esto nos lleva a unos abusos o a unos discursos que llevan a la movilización de grupos que buscan hasta la agresión física o anulación psíquica de las personas que lo sufren con tal de eliminarlos de la sociedad normativa.

Desgraciadamente esta temática se hace cada vez más evidente por la frecuencia y por los medios utilizados para la humillación gracias a la difusión rápida de las redes, y por lo tanto también consideramos que en la misma medida necesitamos una formación como sociedad que nos facilite descubrir que es lo que subyace a estos mensajes y qué es lo que persiguen para poder ser críticos y hacer políticas educativas que neutralicen este comportamiento social difícil de controlar.

En este caso y porque estamos convencidos del poder de  la investigación dirigida hacia la Educación nos parece un deber hablar de uno de los temas mas actuales entre todos los consumidores de las RRSS. El discurso de odio presente en muchos o demasiados ámbitos.

Esta tarde abrimos puerta para desenmascarar los discursos de odio con la ayuda de nuestra invitada:

Rosa Macarro, Psicopedagoga, trabaja como Experta en la Organización Bosco Global

R. Macarro: “¿Qué se considera en la literatura científica, en el mundo social, en el ámbito político o legislativo como discursos de odio. El primer año lo dediqué a leer sobre ello, esto es una Revisión Sistemática, para que me diera una repuesta a qué son los discursos de odio y me encontré con mucha diversidad de respuestas.  En primer lugar no hay una definición consensuada sobre los discursos de odio. Hay quienes dicen que solo son formas de hablar, mensajes orales o escritos. Otros autores dicen que son una actitud que puede llegar a actos que llevan a comportarse con las personas de una manera concreta, de hecho algunos autores dicen que debería de hablarse de repertorio de odio y no de discurso de odio. En realidad el término discurso de odio viene de una traducción muy literal del término hate speech que una autora Mary Matsuda, en los años 80 acuña hablando de mensajes odiosos hacia las personas afroamericanas en EEUU.  Si consideramos los discursos de odio una esfera amplia podemos hablar de la propagación del odio en un espectro de acciones en el que hablamos también de indiferencia, animadversión, ninguneo, minusvaloración aunque no digamos nada.

En relación a la prevención de los discursos de odio, a mi me gusta el esquema que hace Bisquerra sobre las emociones y en él se dice que la otra cara de la moneda es la cordialidad. 

Parte de la conclusión de esta pequeña investigación que hacía de la Revisión Sistemática, es que llego a la conclusión de que los discursos de odio dependen mucho del entorno social, histórico, político de cada lugar o de quien dice que son los discursos de odio, por ejemplo, en España, en la Administración del Estado se ha tenido como sinónimo de discurso de odio el concepto de delitos de odio; de hecho no está regulado, solo lo está en lo penal como delitos de odio y no en otros ámbitos. Si vemos documentos de administraciones públicas distintas, por ejemplo la Generalitat catalana o valenciana, nos encontramos que su definición de discurso de odio es diferenteEn la valenciana se incluye entre las condiciones para recibir los discursos de odio elementos como la lengua y por cuestiones de imagen o estética corporal. El hecho de que algunas condiciones para recibir discursos de odio esté recogido en una normativa autonómica y no en la estatal, nos habla de cómo la perspectiva desde donde miramos nos hace ver que hay condiciones más o menos amplias de qué colectivos reciben mensajes de odio y cuáles reciben atención En relación a la prevención del discurso de odio, a mi me gusta el esquema que hace Bisquerra sobre las emociones y en él se dice que la otra cara de la moneda es la cordialidad. Desde esta esfera podemos hablar del odio en un espectro amplio en el que hablamos también de indiferencia, animadversión, ninguneo, minusvaloración aunque no digamos nada.

Parte de la conclusión de esta pequeña investigación que hacía de la Revisión Sistemática, yo llego a la conclusión de que los discursos de odio dependen mucho del entorno social, histórico, político de cada lugar o de quien dice que son los discursos de odio, por ejemplo, en España, en la Administración del Estado se ha tenido como sinónimo de discurso de odio el concepto de delitos de odio; de hecho no está regulado, solo lo está en lo penal como delitos de odio y no en otros ámbitos. Si vemos documentos de administraciones públicas distintas, por ejemplo la Generalitat catalana o valenciana, nos encontramos que su definición de discurso de odio es diferente, en la valenciana se incluye entre las condiciones para recibir los discursos de odio elementos como la Lengua y por cuestiones de imagen o estética corporal, el que esto esté recogido en una normativa autonómica y no en la estatal, nos habla de cómo la perspectiva desde donde miramos nos hace ver que hay condiciones más o menos amplias de qué colectivos reciben mensajes de odio y cuales reciben atención",

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