Es muy frecuente que
vengan a nuestro programa niños y niñas a contarnos sus experiencias y
opiniones sobre la escuela, mucho más frecuente, casi asiduamente nos visitan
profesores y profesoras y nos ofrecen sus innovaciones, programas o
celebraciones; pero no es tan frecuente que vengan padres y madres para hablar
de los temas educativos que les preocupan, relativos a las distintas
transformaciones de sus hijos por la edad.
Estudiar una carrera es difícil pero se consigue con
esfuerzo, ser padres es la tarea educativa con mayor responsabilidad, y sin
embargo.no se estudia para ello, sino que se aprende a partir de la
experiencia, a menudo de la propia, pues solemos repetir los modelos que
vivimos en nuestra etapa infantil o juvenil y a veces intentamos mejorarla o adaptarnos
a los nuevos tiempos a través de libros o cursos de escuelas de padres.
Esta tarde hemos abordado un tema que nos incumbe a
todos pero especialmente a las familias que tienen algún hijo o hija con una
edad a la que llamamos “difícil”.
¿La han reconocido? En efecto, nos referimos a la
adolescencia. Esos años que marcan algunos cambios en el tipo de relación con
los padres, con los compañeros, de gustos, o las actitudes ante el estudio,
etc.
¿Por qué se le llamará a esta etapa “la edad difícil”?
Nuestro invitado e invitadas han ido desgranando una por una las principales
características que se suelen dar en los y las jóvenes tanto en sus relaciones
familiares como en las que se refieren al estudio.
Coincide el comienzo de esta etapa con el ingreso en los
Institutos de Secundaria, hecho que produce en muchas familias el desasosiego
de lo desconocido unido a los cambios de conductas o de respuestas que a
veces aparecen en los adolescentes.
En palabras de nuestros
invitados, para el primer caso no hay que transmitirles estos miedos y para el
segundo hay que saber escuchar y consensuar.
José Luis Carrasco
Calero, psicólogo social y terapeuta, orientador en el IES Ítaca de Tomares.
Lola Limón, profesora de
Pedagogía de la Facultad de Ciencias de la Educación, y dirige un Máster de
Participación y Desarrollo desde un perspectiva de género.
Rosario Deaño, madre de
dos niños de 8 y 11 años.
Miriam Santos,
madre de un niño de 12 años
Ellos nos han facilitado el comprender a los que estrenan la
edad difícil de la adolescencia
"Hoy es difícil
ponerse de acuerdo entre los profesionales para etiquetar esta etapa en unos
periodos de tiempo. Si es cierto que por el propio nacimiento de los chavales y
chavalas se ha adelantado mucho la estimulación. Un niño de 4 o 5 meses de
ahora no tiene nada que ver con uno de 4 o 5 meses de hace 10 años; lo mismo
pasa con los niños de 10 o 11 años de ahora, que no tienen que ver nada con los
de hace 15 o 20 años.
También se alarga más el
periodo porque se quedan en las casas de los padres viviendo más tiempo. La
sociedad ayuda a que ésto sea así. Hay muchas variables, pero sí podemos decir
que se adelanta y lo podemos situar en torno a 11 o 12 cuando empieza la Secundaria
y debería de acabar con 19 años cuando se da el salto a la Universidad. Hay
patrones comunes pero también luego, cada niño y cada niña tiene su propio
mundo".
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