Podríamos decir que se aprende de todo lo que nos rodea si le dotamos de un significado. Así, de forma fácil aprendemos conceptos cuando estamos en la calle, en el campo, o en un mercado.
Si
hablamos de niñas y niños entendemos que el lugar para que aprendan es la
escuela o el centro educativo donde vayan porque allí recibirán todos los
conocimientos que se han estipulado curricularmente. Y es en las clases donde
reciben el apoyo y el seguimiento del profesorado.
Las
clases son espacios sedentarios, la información suele ser oral y la atención es
obligada unidireccionalmente. Pero no toda la escuela tiene porqué ser así. De
hecho los centros tienen espacios enormes dedicados a recreo en los que pueden
moverse libremente, hablar o sentarse libremente.
Los
patios de recreo son espacios a los que se ha dotado de poco significado, no
hay nada que hacer, o no hay nada en lo que fijarse si no son las áreas
dedicadas a campos de futbol.
Buscamos
esta tarde otra versión de Patios escolares, donde la diversidad de posibles
actividades permita experiencias para el desarrollo psicomotor, el
autoconocimiento, las relaciones, la educación ambiental, la exploración y la
investigación.
Esta tarde nuestras invitadas nos abren las puertas de Los Patios Escolares
-Virginia Navarro, arquitecta,
forma parte del grupo Cuarto creciente, arquitectura para la infancia.
-Tamara Velasco,
jardinera, de Azul Jardines.
-Mª del Mar Molina,
profesora de Francés del Ceip Mar Mediterráneo de Almería
“Cuando
llegas a los patios de recreo suelen ser un lugar con una pista de cemento,
donde en ocasiones a vegetación perimetral, y que en todo caso el centro de esa
pista es el deporte. Es como si el patio fuera un espacio deportivo al aire
libre y nada más, lo cual genera la hegemonía de un tipo de deporte normalmente
asociado al balón. La primera vez que estuvimos en un colegio los niños nos
explicaron –los niños juegan aquí y las niñas estamos en las esquinitas –porque
hay un dominio del espacio donde prima el movimiento que hace que invite a
usarse de una determinada manera. Eso sigue siendo lo predominante.
Lo
primero seria entender que el patio es un espacio educativo y tendría que estar
vinculado al proyecto pedagógico del centro de manera que sean los profesores,
los padres y los alumnos los que den continuidad de ese proyecto en el
exterior.
El
patio no tiene un acabado ideal, el patio es un proyecto en el que se trata de
saber qué es lo que queremos enseñar; las plantas no son ornamentales, sino que
son elementos a través de los cuales aprendemos el respeto por la naturaleza, la
biodiversidad, crecemos con ellas, aprendemos a cuidarlas. No se trata de estar
en contra de los juegos de balón sino que recoja más tipos de juegos.” (V.
Navarro)
“Los niños y las niñas tienen un instinto para
conectar con la naturaleza y les sale muy fácil. El poder compartir con ellos
esta profesión tan maravillosa, explicarles como funciona la vegetación, cómo
funcionan los insectos, la importancia de cuidar del medio ambiente porque no
se está cuidando y los niños responden de una forma muy bonita. Afortunadamente
tengo la gran suerte de que en estos proyectos tengo una participación muy
multidisciplinar y hay un enriquecimiento muy bueno de todas las profesiones
que pueden participar en estos proyectos como ingenieros, arquitectos, maestros
y de todo tipo de profesiones que se tienen que implicar, aportan una gran
riqueza al proyecto.
He
podido participar con Cuarto Creciente, Arquitectura para la infancia, y fue
maravilloso colaborar con ellas en varios proyectos en los que la arquitectura
y la jardinería se fusionaba para que los niños pudieran disfrutar del espacio
y pudieran jugar y conectar con la naturaleza con una forma que fuese de
calidad y que enriqueciera el juego. Hay que invertir en la educación y eso también
es educación. La belleza es necesaria en los patios y a nuestro alrededor.” (T.
Velasco)
“Como en todos los comienzos se está expectante,
-madre mía que follón- ¿Por dónde empezamos?- con la ilusión de un nuevo proyecto pero con
esa incertidumbre de los proyectos nuevos de los que no sabes un montón de cosas. Poco a poco te va
enganchando y vas viendo la implicación de toda la comunidad educativa porque evidentemente
que sin la ayuda de todo el profesorado, de todas las familias y todas las
asociaciones que han colaborado sería imposible.
Lo
que más me ha metido es que es un motor para cambiar a una nueva pedagogía. A
partir de este proyecto hemos entrado en una pedagogía innovadora, nos hemos
metido en proyectos de innovación educativa, educación al aire libre,
metodologías activas, ahora estamos en un proyecto piloto de Escuelas a cielo
abierto, y es que esto da un juego y unas posibilidades que lo no da ninguna
otra experiencia” (M. Molina)
2 comentarios:
Gracias por tan buen resumen del programa. En este verano donde las hectáreas quemadas y el calor son especialmente extremos, conviene repensar en ese uso de los espacios exteriores como lugares que sean habitables para nuestros niños, que les ofrezcan oportunidades educativas y donde puedan desarrollar el amor por la naturaleza.
Es un trabajo educativo en el que nos tenemos que esmerar. Mantendremos firme nuestro compromiso en defensa de la naturaleza y la puerta abierta a todas las actividades que nos conciencien en la conservación de nuestro planeta.
Confio en contar contigo para toda esta labor.
Gracias por tu comentario
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