Casi
todas las personas tenemos una cierta simpatía por las aves más cercanas al
entorno donde nos movemos. La mayoría son aves que podemos reconocer, por sus
colores, o por sus trinos. Pero estas aves como casi todas, pueden volar y no
nos permiten tocarlas, solo observar sus
reacciones y sus relaciones.
Pero
la mayor parte de las aves de nuestro hábitat, no son tan cercanas, las vemos
volar en bandadas o las escuchamos cantar a determinadas horas y nos atrevemos
a adivinar que tipo de aves estamos viendo. Son animales con características
muy particulares, y el conocimiento acerca de ellas, su relación con los
diferentes hábitats, con el clima y los efectos que sobre ellas pueden tener
algunas de nuestras acciones con el medio ambiente son aspectos a tener en
cuenta si queremos seguir disfrutando de esa riqueza y que también lo sigan
observando nuestros descendientes.
A
mediados del siglo pasado, no sabíamos cuantificar la población de aves. En los
campos se observaban águilas y buitres en busca de carroña, en las ciudades la
vuelta de las golondrinas, o en las marismas la llegada de ánsares y flamencos.
Hoy se estudian las cantidades de éstos que nidifican, que tienen crías, o que
mueren o desaparecen.
La
vida natural, en este caso de las aves está en continua observación por
especialistas y organizaciones dedicadas a ellas, porque los cambios de
conductas, su declive o desaparición empobrece los ecosistemas donde habitan y
por consecuencia como en la naturaleza todo está interrelacionado, otros seres
vivos también se verían afectados.
Esta
tarde hablamos de aves que necesitan nuestra atención.
Nuestra
invitada es Arantza Leal, bióloga y técnico en el área de Ciencia Ciudadana
de SEO/BirdLife y Responsable de Programa de Anillamiento.
“Una
buena parte de las aves que vemos todos los días son aves sedentarias, es decir
están todo el año con nosotros, no migran, por ejemplo tendríamos a los
gorriones que podríamos reconocer y siempre están por ahí, en las terrazas y en
los bares picoteando, y luego hay otras especies de aves que son migratorias.
Hay dos tipos de migraciones que podemos encontrar,. Ahora que estamos en
invierno todavía, España y Andalucía acoge a muchas aves que vienen a pasar el
invierno, por ejemplo los ánsares, que vienen del norte o el centro de Europa y
como en invierno las condiciones climáticas son más duras en esos países,
vienen a España a refugiarse, a encontrar alimento y a encontrar zonas más
cálidas y pasan aquí el invierno.
Hay
otras aves migradoras también que podemos reconocer, por ejemplo las
golondrinas, que a todo el mundo le gusta ver en primavera, y esas en cambio
vienen a Europa a pasar el verano y reproducirse en primavera. Ahora están en
África.
Las
migradoras se guían por varios aspectos, las cigüeñas por ejemplo se ha visto
que cambian la migración por el tema del alimento, no por el cambio climático,
pero hay otras como las golondrinas se están quedando en el sur de la península
y Extremadura y se están quedando mas por el cambio de temperatura, pero también
por el alimento; Las aves insectívoras pues en invierno si no hay suficientes
insectos en la zona donde están se tienen que mover porque si no se mueven,
morirán. Hay un ave que se está estudiando, que se llama papamosca cerrojillo, insectívora, que viene a Europa a criar, pues
se ha visto que como las primaveras se están acortando, cuando ellos llegan en
primavera, llegan siempre en las mismas fechas que siempre han llegado, pero
aquí la floración ya se ha realizado, los insectos ya se han ido y ellos no
encuentran tantos insectos para sus pollitos y eso es un grave problema porque
la supervivencia de esa especie es mucho más baja porque ellos no se adaptan
tan rápido al cambio como podemos hacer los humanos.
Elegimos
una especie que se encuentra en peligro, o simboliza algún hábitat. En el caso de
este año se ha elegido el avetoro que es un ave tipo garza, es oscura, y su
nombre es porque su sonido recuerda al mugido de un toro; es muy difícil verla
porque se camufla muy bien entre la vegetación; se queda muy quieta porque se
alimenta de los peces de las marismas y cuando los ven lanzan su pico. En 2023
se extinguió como reproductora en las marismas y hay muy poquitas parejas de
avetoro. Por eso la elegimos.” (A. Leal)
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